La transición hacia un modelo de economía circular en uno de los grandes ejes de cambio de la distribución comercial hoy. Como recoge el Informe de Sostenibilidad de ANGED, el impulso de la circularidad está implicando un cambio profundo en las cadenas de valor, en todos los eslabones que las componen desde el productor hasta el consumidor final.
En esta línea, las empresas de ANGED han implementado en los últimos años cuestiones como el uso de nuevos materiales más sostenibles y criterios de ecodiseño para la fabricación de embalajes y productos. La incorporación de criterios vinculados a la mejora ambiental, abarcan también la eficiencia energética y el ahorro en los procesos de producción. Por supuesto, la distribución está trabajando para reducir y prevenir el uso del plástico, siempre que sea posible y seguro para todos.
Según datos recogidos en el Informe de Sostenibilidad, las empresas de ANGED reciclan hasta un 93% de los residuos generados en el desarrollo de su actividad. También han desarrollado ya hasta medio centenar de grandes establecimientos comerciales de “Residuo Cero”, centros pioneros en la circularidad que van a marcar el futuro del sector.
Este es un desafío común y su magnitud requiere un diálogo permanente entre las empresas, administraciones y consumidores. En este sentido, desde ANGED hemos lanzado un nuevo barómetro #TopCommerce, para sondear el papel que puede jugar el comercio en el impulso de la economía circular. Consulta los resultados de nuestra encuesta en Twitter y cuéntanos cuales son, en tu opinión, los ámbitos del comercio en los que la economía circular puede avanzar más en la colaboración público-privada, utilizando el hashtag #TopCommerce.
¿Qué opinan los expertos?
Para abrir este debate, hemos consultados a tres expertos en Sostenibilidad del ámbito empresarial y público.
Mónica Chao, Presidenta de Women Action Sustainibility y directora de Sostenibilidad de IKEA, apuesta por los consumidores como el “eslabón fundamental para conseguir cerrar el círculo de la economía circular”, señalando que son “una pieza fundamental en la colaboración entre administraciones y el sector empresarial”. En su opinión, “el comercio tiene un rol esencial: es el punto de contacto más cercano con el cliente, y se convierte en el nexo de unión entre las necesidades y preferencias de los consumidores, por un lado, e introducción de productos sostenibles, por otro”.
La directora de sostenibilidad de IKEA destaca el modelo de negocio sostenible de la compañía, cuyo objetivo es “generar un impacto positivo en las personas y el planeta”. “Ofrecemos productos accesibles, asequibles y sostenibles dentro de los límites del bienestar común. Y además queremos demostrar que la sostenibilidad es rentable para nuestro negocio con iniciativas como Green Friday”, señala Chao.
Mónica Chao se refiere a los ODS como guía, y destaca el trabajo “codo con codo con otras organizaciones y empresas en foros en las que remamos con un objetivo común: acelerar la circularidad de la economía”. “Junto con otras empresas, estamos trabajando en el desarrollo de proyectos, productos, sistemas y estrategias, que contribuyan a impulsar un modelo de economía circular en España y en un horizonte de actuación cercano, es decir, cuya inversión o puesta en funcionamiento redundará en la creación de puestos de trabajo”.
También se refiere a la Ley de Residuos, cuyo proyecto de ley fue aprobado el martes por el Consejo de Ministros, celebrando el nuevo “marco legal en el que afianzar nuestros esfuerzos público-privados encaminados a conseguir una economía verdaderamente circular con la mirada puesta en la implicación de toda la sociedad”.
Josep María Tost, Director de la Agencia Catalana de Residuos, lanza un mensaje claro: “El futuro será circular o no será, por lo tanto, todos los sectores económicos deben hacer su revolución, su transición hacia este nuevo modelo económico”. “En este sentido el sector comercial también debe contribuir. La nueva economía no sólo es optimizar el uso de los recursos y minimizar los residuos (mal dicho residuos, hay que hablar de recursos en constante circulación) sino que también hablamos de descarbonizarla”, señala Tost.
Josep María Tost establece cómo debe enfrentarse el sector comercial a este reto: “El sector comercial ha de trabajar sobre los envases de todo tipo: con mensajes claros, fomentar la reutilización, la minimización, la aparición de los compostables o generalizar los monomateriales (ya sabemos que las mezclas encarecen o imposibiliten su recuperación). Garantizar la reparabilidad de productos, garantizar trazabilidad, garantizar impacto cero, la desaparición del concepto «obsolescencia programada» en determinados productos y otro elemento que afecta a movilidad urbana, el famoso último kilómetro”.
“Habrá que ser valiente e innovador para hacer frente a los retos”, destaca el director de la Agencia Catalana de Residuos, “ya no vale el greenwashing, desde hace unos años, pocos, el consumidor empieza a valorar los criterios ambientales, y el impacto sobre la reputación, la mala reputación de una determinada marca o producto para una acción poco sostenible puede ser muy negativa”.
Sebastià Sansó, Director General de Residuos y Educación Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente y Territorio del Gobierno de las Islas Baleares, considera que “en un contexto de emergencia ambiental y económica provocada por la COVID-19, avanzar de verdad hacía una economía circular se ha convertido en una necesidad”, y establece que “es un reto que solo podemos afrontar si surgen sinergias entre el ámbito público y privado”.
Respecto a la Ley 8/2019 de residuos y suelos contaminados de las Islas Baleares, Sansó destaca que refleja “la verdadera estrategia balear de economía circular”, y que se trata de una normativa que “apuesta firme por la prevención de residuos, la reutilización y el reciclaje de calidad”. El Director General de Residuos y Educación Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente y Territorio del Gobierno de las Islas Baleares pone en valor “el trabajo de las empresas ANGED para adaptarse a la ley balear. Y no solo eso, si no que quiero remarcar también que en ANGED hay ejemplos muy elogiables que van más allá del cumplimiento legal. Algunos de ellos son la lucha contra el derroche alimentario, el fomento de la prevención de residuos impulsando el uso de recipientes y bolsas propias para realizar compras en carnicería, charcutería, pescadería y fruta, o la disminución del uso del plástico en los envases”.
Sebastià Sansó reflexiona sobre la importancia cerrar el círculo a nivel local: “Si se cierra a nivel global, sigue siendo economía lineal. Por eso el fomento del producto local, un aspecto con el cual también trabaja ANGED, es otra de las líneas de trabajo imprescindibles de colaboración público-privada para que nuestro modelo económico tenga un menor impacto ambiental”.
