En tiempos de dificultades, la inversión supone una clara apuesta de largo plazo. La economía española lleva cuatro años inmersa en un profundo bache del que todavía no ha podido salir. Las consecuencias sobre el desempleo y el consumo son patentes. Y en gran medida han transformado el presupuesto familiar: los hogares españoles gastan menos y de forma más selectiva. Este fenómeno podría ser un desincentivo para las empresas de la gran distribución, que han tenido que hacer grandes ajustes en su modelo de negocio. Pese a todo, los compromisos de inversión se han mantenido excepcionalmente altos.
En 2011, las empresas de ANGED invirtieron 2.000 millones de euros aproximadamente, que se suman a los 2.500 de 2009 y 2010, y a los 2.800 de 2007. Es decir, desde que comenzó a deteriorarse la economía española, las compañías de la gran distribución han invertido entre 7.000 y 10.000 millones de euros. Lo que supone, grosso modo, más del 40% de la inversión del sector minorista en España.
En los últimos meses, aperturas de diferentes establecimientos comerciales se han convertido en todo un fenómeno social por la repercusión de estas tiendas sobre el empleo de las ciudades. No es para meno ya que, de media, un establecimiento comercial de gran formato ocupa a 202 personas de forma directa, según datos del Ministerio de Economía.
Otro dato a tener en cuenta es la capacidad de la distribución para atraer inversión y “know how” extranjero. El sector del comercio (en su conjunto) cuenta con 2.793 filiales de empresas extranjeras, que representan el 39,7% del total de filiales extranjeras instaladas en España, según los últimos datos oficiales. En la práctica estas filiales dan empleo 332.000 personas. O lo que es lo mismo, uno de cada cuatro empleos generados por las empresas de otros países en España.
El volumen de estas cifras no deja de poner en evidencia el enorme dinamismo inversor que la Distribución moderna tiene en España. Y también, que podría ser mucho mayor con un marco legislativo más ágil y flexible. Sólo las empresas de ANGED tienen paralizados 2.500 millones de euros en inversiones por trabas legislativas. Inversión que equivale a 8.000 puestos de trabajo directos.