El presidente de ANGED pide un “plan de país a largo plazo” para afrontar la cuarta revolución industrial, ante el riesgo de estancamiento y la parálisis política.
Demanda un compromiso de Gobierno y CCAA con el conjunto de la economía porque “no podemos competir con 17 mercados enanos en la economía global”
El presidente de ANGED, Alfonso Merry del Val, ha demandado hoy en la Asamblea Anual “un plan de país a largo plazo” e “implementar cuanto antes reformas que ayuden a afrontar la cuarta revolución industrial”. Durante la jornada, ocho presidentes y CEO de algunas de las principales empresas de distribución en España han debatido sobre las tendencias del consumo y el futuro del comercio.
En un contexto de riesgo de estancamiento económico y parálisis política, Merry del Val ha enumerado once reformas urgentes para apuntalar la competitividad de la economía española y modernizar el comercio. Como punto de partida indispensable, ha recordado que la “estabilidad y lealtad institucional son un pilar para la confianza de los actores económicos” y requiere “un compromiso” del Gobierno y las comunidades autónomas “con el conjunto de la economía española”.
En opinión de ANGED, es necesario implementar una política presupuestaria alineada con los compromisos europeos; innovar en la educación como base del empleo del futuro; seguir avanzando en la flexibilidad de las relaciones laborales; dar respuesta a los desafíos demográficos y su impacto en las pensiones y la sanidad; y una transición plenamente coordinada con la UE hacia una economía sostenible, que garantice unos precios más competitivos de la electricidad.
El presidente de ANGED ha destacado el papel del comercio en la economía: “Es crucial para que las cadenas de valor sean competitivas, las empresas puedan crecer e internacionalizarse, los consumidores dispongan de libertad de elección y precios competitivos”. Pero la disrupción tecnológica, los cambios sociales y el entorno competitivo global exigen cinco reformas para ayudar a modernizar el comercio.
En primer lugar, revisar y suprimir aquellas regulaciones que sólo se aplican a empresas con tiendas físicas y constituyen una ventaja de facto para grandes plataformas online. En segundo, liberalizar los horarios comerciales para ayudar a adaptarse a la realidad del consumo. Tercero, reformar el marco fiscal para impulsar la competitividad y no generar discriminación entre modelos de negocio y canales de venta. Un cuarto punto pasa por desarrollar de forma más efectiva la Ley de Garantía de Unidad de Mercado porque “no podemos competir con 17 mercados enanos en una economía global”. Por último, impulsar la digitalización de las empresas, la formación y capacitación de nuevos perfiles profesionales, para incorporar el mayor número posible de comercios y personas a la era digital.