Hoy tiene lugar el Día de Internet en España. Su origen tiene mucho que ver con otras celebraciones relacionadas con las telecomunicaciones. La Asamblea General de la ONU proclamó el 17 de mayo como “Día Mundial de la Sociedad de la Información” en 2006. Ese mismo año, la Unión Internacional de Telecomunicaciones decidió que el Día Mundial de las Telecomunicaciones tuviese lugar en la misma fecha. En España en esta fecha la celebramos como Día de Internet, a petición de la Asociación de Usuarios (AUI).
Para el sector del retail, internet supuso un cambio drástico prácticamente desde su popularización a mediados de los años 90. Solo en España, el comercio electrónico pasó de un volumen total de negocio de 127 millones de euros en 2001 a más 20.000 millones de euros en 2015, según el informe del BBVA Research “Comercio Electrónico y hábitos de consumo”. Esto significa que la cifra se multiplicó por 160.
¿Cómo ha impactado en el comercio tradicional? Puede parecer que en España la relevancia del e-commerce es todavía modesta comparado con otros países (en nuestro país solo representa un 2% del PIB). Sin embargo, el fenómeno es irreversible: 4 de cada 10 adultos compraron por internet en 2015. Además, el impacto difiere mucho según la categoría de producto o servicio: los bienes duraderos, los productos culturares y de ocio y los servicios de viaje son los más solicitados por el canal online, mientras que los bienes perecederos son los que, por ahora, se han visto menos afectados.
En cualquier caso, no hay duda de que el auge del comercio electrónico supone un desafío y una oportunidad para el sector. Como hemos señalado en varias ocasiones en el blog, los consumidores perciben algunas ventajas el canal online sobre el comercio físico. Quizá algunos inconvenientes como el mayor impacto ambiental que produce el canal online con respecto al físico no son tan visibles o la propia experiencia de compra en la tienda que, para muchas categorías sigue siendo fundamental. En los pros, para los consumidores es muy cómodo que un canal no tenga barreras para abrir 24 horas al día y 7 días a la semana.
La mejor manera que el sector tiene para afrontar la situación es apostar por la omnicanalidad y ciñéndonos al ámbito del comercio físico, buscar una diferenciación clara, ya sea por productos, por servicios o por otras características.
En un mundo digital, cada vez hablaremos menos de canales online y físico en el comercio, porque ambos mundos se han integrado. La transformación digital es proceso que afecta a todas las operaciones de las empresas y la experiencia de compra de los consumidores, independientemente de que esta se inicie desde un móvil o desde la tienda de la esquina.