Siete de cada diez usuarios comprará en el Black Friday, un 4% más que el año pasado, según datos del III Observatorio de Black Friday que elaboran Worten y la consultora GfK. Este estudio, que analiza en profundidad la experiencia de los consumidores durante el Black Friday y la campaña de Navidad, prevé que el ticket medio de compra durante el fin de semana del Black Friday se situará en torno a los 222 euros, con un incremento de la facturación del entorno del 3,4% respecto del año anterior.
El Black Friday está cada vez más unido a la campaña de Navidad
Los datos también muestran una unión, cada vez con menor pausa, con la campaña de Navidad. Según el estudio de consumo navideño de Deloitte, aunque diciembre seguirá siendo el mes estrella para las compras (con el 66%), noviembre (con un 23%), va consolidándose como segunda opción. Por eso, tal y como explicamos la semana pasada, el Black Friday puede concentrar hasta un tercio de la facturación navideña de algunas categorías de productos. En este sentido, la gran distribución está preparada para ello y por eso, reforzará sus plantillas con 23.300 personas para atenden a los picos de consumo propios de los meses de noviembre, diciembre y enero. Y es que hay que tener en cuenta que según el estudio de Deloitte, los grandes almacenes y las cadenas especializadas continúan siendo el principal espacio físico para la compra de regalos en nuestro país, con un 51% y un 44% de preferencia respectivamente.
Los grandes almacenes y las cadenas especializadas siguen siendo el principal espacio físico para la compra de regalos en nuestro país
El estudio de Gfk y Worten también ha analizado los resultados por Comunidades Autónomas y las que manifiestan una mayor intención de compra durante el Black Friday son Baleares, Castilla y León, Andalucía y Galicia. Y precisamente en dos de estas comunidades citadas, Andalucía e Islas Baleares, estará permitida la apertura del comercio durante el domingo 26 de noviembre, extendiendo así el Black Friday durante el fin de semana. Esto supone que, en el resto de comunidades con restricciones de apertura, las tiendas físicas tendrán una clara desventaja competitiva frente a los operadores exclusivamente online.
Algunas limitaciones comerciales chocan contra la realidad de unos consumidores de hoy que se mueven cada vez más en un entorno global, innovador y omnicanal
Hay que tener en cuenta que el Black Friday es una manifestación clara de la transformación digital que está afrontando el sector, desde dos vertientes: los consumidores interaccionan en un entorno digital y global y, en consecuencia, son más permeables a tendencias de compra que provienen de otros países. Por otro lado, utilizan indistintamente todas las posibilidades de compra disponibles en un entorno físico y digital. Por tanto, algunas de las limitaciones y trabas como las que se ponen a la libertad comercial chocan contra la realidad de unos consumidores que se mueven cada vez más en un entorno global, innovador y omnicanal.