El peso del comercio electrónico se ha multiplicado por cinco en esta década, hasta contribuir con un 3,8% a las compras de los consumidores de bienes en España. Esta cuota de mercado está todavía lejos de otros mercados próximos como Reino Unido, donde ya supera el 16%, o Alemania, donde las compras online pesan un 13,5% del comercio. Sin embargo, la tendencia marca un crecimiento rápido y continuado de las compras online.
En el primer trimestre de 2018, las ventas corrientes del comercio minorista en España crecieron un 2,4%, frente a un repunte del 33% del comercio electrónico de bienes y servicios, según datos del INE y la CNMC. Así, entre enero y marzo, el ecommerce facturó en España cerca de 9.000 millones, en su mayoría servicios (viajes, entradas, etc), ya que la facturación de bienes y productos asciende a 2.000 millones de euros.
Algo más de la mitad de estas compras, el 53%, se realizan a empresas radicadas en otros países, una cifra que da buena nota del entorno global en el que hoy se mueve el consumo y el comercio.