El próximo domingo, 7 de junio, celebramos el segundo Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, una jornada en la que se pone de manifiesto la necesidad de mantener estrictas medidas de higiene en toda la cadena alimentaria, este año de forma más significativa, debido a la pandemia de la COVID-19. El Día Mundial de la Seguridad Alimentaria nació en 2019 con el objetivo de fomentar la seguridad alimentaria, la salud humana, la prosperidad económica, la agricultura, el desarrollo sostenible y el bienestar animal.
En esta ocasión AESAN, la Agencia Española de Seguridad alimentaria y Nutrición, apuesta por el reconocimiento de la labor de las personas que contribuyen a velar por la seguridad de nuestros alimentos, así como por la sensibilización acerca de la necesidad de tomar medidas para garantizar la seguridad alimentaria en todas las fases.
Las empresas asociadas de ANGED y toda la cadena de valor alimentaria supieron adaptarse al nuevo escenario marcado por la COVID-19 de manera rápida y eficiente, garantizando, en tiempo récord y en unas circunstancias muy complejas, la seguridad de empleados y clientes en los supermercados.
Según un estudio de la OCU sobre el rastro de COVID en alimentos comprados en supermercados e hipermercados “los resultados, obtenidos mediante pruebas genéticas PCR a partir de muestras recogidas de la superficie de los productos seleccionados, revelan la ausencia total de restos de coronavirus. Es muy probable que las medidas de higiene promovidas por los propios supermercados, como la limpieza periódica de las superficies y el uso de guantes y mascarillas hayan ayudado a reducir este riesgo”. Un esfuerzo compartido con los consumidores.
Las empresas asociadas de ANGED y toda la cadena de valor alimentaria supieron adaptarse al nuevo escenario marcado por la COVID-19 de manera rápida y eficiente.
En esta línea, Ricardo Fernández, Director Calidad, Seguridad Alimentaria y Desarrollo Sostenible de Carrefour, asegura para El Blog de ANGED que “no hay evidencias de que la COVID-19 se transmita a través de los alimentos”, sin embargo, explica, “las empresas de distribución trabajamos bajo los principios generales de Seguridad Alimentaria R178/2002, mediante los principios de autocontrol de evaluación continua de los posibles peligros”.
Destacan las medidas de control de trazabilidad, desarrolladas a través de sistemas de trazabilidad que permiten a la compañía trabajar con proveedores, agricultores y ganaderos para garantizar el control desde el origen. Tras el inicio del Estado de Alarma, Carrefour reforzó los protocolos de limpieza y desinfección, que garantizan la correcta higiene tanto de los productos como de las instalaciones. “Siendo nuestra principal prioridad la seguridad de nuestros colaboradores y de nuestros clientes”, remarca Ricardo Fernández.
Desde Alcampo, su director de Calidad, José Manuel Bernal Pérez-Herrera, recuerda “la seguridad alimentaria constituye un pilar básico. Por ello, el objetivo de la compañía durante la crisis del COVID-19 está siendo garantizar el estricto cumplimiento de la normativa en materia de seguridad alimentaria, además de asegurar el acceso a la compra de alimentos y productos de primera necesidad en las tiendas, velando en todo momento, por la salud y seguridad de colaboradores y clientes”. En su caso, señala que “para garantizar una compra segura se han reforzado los efectivos de limpieza y desinfección, que han aumentado las labores de higienización, y se han incrementado las actividades de asesoría e inspecciones de seguridad alimentaria en tiendas. Además, los colaboradores han contado y cuentan con todas las medidas de protección recomendadas (guantes, hidrogel, mascarillas, pantallas, etc…) y se ofrece a los clientes materiales adecuados para su uso en tiendas”.
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