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El coste regulatorio ante el reto de la competitividad

Por 02/12/2025Actualidad, Blog6 minutos de lectura
Foto de familia

Un marco más simple y coherente para impulsar el crecimiento empresarial

España afronta un momento decisivo para reforzar su competitividad, atraer inversión y mejorar la productividad empresarial. Con este propósito, las organizaciones empresariales del sector financiero, AEB, CECA y UNACC, organizaron el pasado jueves en la sede de CBNK Banco una jornada de alto nivel centrada en el impacto del marco regulatorio sobre la economía real y sobre la capacidad de crecimiento de las empresas.

En ese contexto, la presidenta de LA DISTRIBUCIÓN, Matilde García Duarte, lanzó dos mensajes para articular este debate. En primer lugar, reclamó una agenda decidida de simplificación normativa que permita reducir trabas, ganar eficiencia y corregir la brecha de productividad que separa a España de la media europea:

«España necesita una agenda decidida de simplificación normativa para mejorar la productividad, atraer inversión y reforzar la competitividad del comercio y de toda la economía»

Y, en segundo lugar, sintetizó en una metáfora el tipo de liderazgo institucional que exige este momento:

«Ahora que entramos en Navidad, nuestra carta a los Reyes Magos es tener un ministro de Economía, Productividad y Simplificación Normativa»

Sobre ambas ideas, hay un consenso empresarial: España está sobrerregulada, la fragmentación territorial añade incertidumbre y costes, y un marco más simple sería un factor inmediato de competitividad para sectores como la distribución, el agroalimentario, las infraestructuras o la propia banca.

La contribución económica y social del sector bancario en España

El primero de los informes presentados por las tres asociaciones repasó, con datos agregados y rigurosos, la contribución del sector bancario al crecimiento económico y al bienestar social. María Abascal, directora general de AEB, expuso cómo la banca sostiene la inversión productiva a través de su función esencial de intermediación. Solo en 2024, el sector movilizó 70.000 millones en financiación hipotecaria y 4.000 millones en nueva financiación empresarial.

«Sin actividad bancaria no hay crecimiento económico»

Durante la presentación explicaron la dimensión operativa e innovadora del sector. Mónica Malo, subdirectora general de CECA, subrayó el papel del sistema de pagos —más de 5.000 millones de operaciones anuales—, el crecimiento sostenido de Bizum y el elevado uso de la banca digital en España, por encima de la media europea.

Durante la presentación del informe, Cristina Freijanes, secretaria general de Unacc, destacó la fortaleza de la red de atención financiera del país. Recordó que España cuenta con la segunda red de oficinas más densa de la UE, que el 99,3 % de la población dispone de acceso presencial a servicios financieros y que las entidades están reforzando su compromiso formativo: más de 3,5 millones de personas recibieron educación financiera en 2023.

Simplificar para competir: el impacto del exceso regulatorio en la economía europea

El segundo informe analizó el impacto del exceso regulatorio y supervisor en la competitividad. Paz Navarro, directora senior de Eficiencia Operativa y Cooperación en CECA, explicó cómo la acumulación normativa y la falta de coordinación entre autoridades han incrementado de forma notable los costes de cumplimiento. En cinco años, el sector ha debido adaptarse a 1.755 normas nuevas, muchas de ellas desarrollos técnicos que, pese a no estar previstos para ello, acaban generando nuevas obligaciones.

«¿Y qué es lo que buscamos con la simplificación? Buscamos reforzar la competitividad»

Para Navarro, sin la simplificación regulatoria, Europa no podrá financiar con agilidad la transición energética, la digitalización ni los grandes proyectos que afrontará en los próximos años.

Mesa de diálogo. Simplificación como clave de competitividad y el impulso económico

La jornada concluyó con una mesa redonda en la que participaron Pedro Barato (ASAJA), Julián Núñez (SEOPAN) y Matilde García Duarte (ANGED), moderados por Alejandra Kindelán.

Los tres coincidieron en un diagnóstico común: la complejidad regulatoria frena la productividad, ralentiza la inversión y afecta tanto al mundo rural como a las infraestructuras o al comercio. Julián Núñez recordó que una infraestructura como una línea de alta velocidad puede tardar más de una década en materializarse debido a la tramitación. Pedro Barato subrayó el impacto de la burocracia en la actividad agraria y en la prestación de servicios en territorios sin conectividad.

Matilde situó el foco en las implicaciones directas para el comercio y para los consumidores, destacando que España se sitúa en el Top3 de restricciones al comercio, según datos de la Comisión Europea, y que eliminar solo un 10% de estas trabas podría incrementar la actividad económica en 9.550 millones de euros, según estimaciones del Ejecutivo europeo. También advirtió de la desigualdad competitiva frente a las plataformas asiáticas, que introducen todos los años en la UE más de 4.600 millones de paquetes de menos de 150 euros que, no solo están exentos de la tasa aduanera, si no que como han denunciado el Parlamento Europeo o las propias organizaciones de consumidores, no cumplen de forma recurrente normas básicas de seguridad y protección de los derechos de los consumidores.

La mesa dejó una conclusión compartida: mejorar la productividad requiere simplificar, coordinar y modernizar el marco regulatorio. No hacen falta reformas grandilocuentes; bastan decisiones eficaces que permitan a las empresas operar en un entorno estable, predecible y adaptado al consumidor del siglo XXI.


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