La Semana Santa constituye uno de los periodos de mayor atractivo para el turismo nacional. Bien sea por motivos religiosos, culturales o meramente vacacionales, millones de ciudadanos se desplazan en estas fechas, que son clave para el negocio de los servicios de muchas ciudades y municipios españoles y, en consecuencia, para el empleo.
Para este año, Adecco prevé que se «realizarán 74.943 contratos durante la Semana Santa, lo que supone un incremento del 7% con respecto al año anterior». El turismo y la hostelería, por razones obvias, concentran el 40% de las contrataciones, seguidos de la alimentación, con el 20%, y la distribución, que generará en torno al 15% del empleo total.
A diferencia de la hostelería, la restauración y el resto de servicios, la distribución comercial tiene limitados los domingos y festivos de apertura al público. En este sentido, es previsible que en aquellas comunidades y municipios con un calendario de aperturas comerciales más amplio en Semana Santa, los turistas tengan más oportunidades de comprar en el comercio y, por tanto, de generar más ingresos y empleo para el sector.