La decisión del Gobierno de aplazar dos semanas más -hasta el 25 de mayo- la apertura de nuestros establecimientos genera una profunda preocupación en el sector. A excepción de la alimentación, el resto de nuestras empresas llevan ya dos meses con las tiendas cerradas, con cerca de 100.000 empleados en situación de ERTE y unos problemas operativos y de liquidez muy severos. “Las ventas en algunas categorías comerciales pueden caer entre un 25% y un 50% este año. Por eso, retrasar la reapertura pone en riesgo 5.000 puestos de trabajo”, aseguró Javier Millán-Astray, director general de ANGED, en Herrera en COPE.
Por otro lado, el cierre de nuestras tiendas mantiene bloqueada una cadena de valor que genera 30.000 millones de euros anuales de facturación para la industria española y lo servicios, en su mayoría para pymes.
Compartimos plenamente el interés general y del Gobierno en hacer frente a la pandemia. La experiencia de las grandes superficies alimentarias durante el estado de alarma constata la flexibilidad y eficacia de nuestras empresas, empleados y proveedores para aplicar en circunstancias excepcionales unas medidas que han garantizado el abastecimiento y la compra segura a toda la población.
No compartimos la discriminación en la reapertura de tiendas por tamaño que ha fijado el Gobierno. Las razones sanitarias y de seguridad de empleados y clientes deben ser los únicos motivos que determinen la reapertura. Javier Millán-Astray defendió en La Brújula de Onda Cero que «todas las grandes empresas tienen planes de seguridad que cumplen las exigencias más rigurosas en materia de seguridad e higiene, tanto parta trabajadores como para clientes”. Por tanto, todas las tiendas que cumplan los requisitos necesarios de distanciamiento social, aforo, prevención e higiene requeridos por la autoridad sanitaria deben poder abrir sus puertas en la Fase I.
Nuestras empresas y establecimientos están en condiciones de ofrecer las máximas condiciones de protección de la seguridad e higiene de clientes y trabajadores. La mayor superficie de nuestros establecimientos, el respeto al límite máximo de aforo del 30%, la formación de nuestros equipos, así como las medidas adicionales propuestas en nuestros Planes de seguridad e higiene, que se han analizado con los sindicatos, garantizan la apertura segura.
Estamos en condiciones, por tanto, de colaborar en la desescalada y aportar todo nuestro potencial al interés general de hacer frente a la pandemia y reconstruir la economía.