«La visión unitaria de un solo mercado, el del usuario», está transformando por completo el sector comercial. El último informe de la IAB sobre Top Tendencias 2015 incide en que la diferencia entre el mundo digital y físico «pierde relevancia» frente a las preferencias del consumidor. Por tanto, las empresas del retail y las marcas «deberán integrar más y mejor sus entornos offline y online para ofrecer una experiencia de consumo híbrida».
Como aseveraba el presidente de ANGED, Alfonso Merry del Val, en la última Asamblea Anual, el sector «tiene que escuchar al consumidor porque en el mundo de hoy es él quien está marcando las reglas del juego del comercio». El consumidor ha integrado la tecnología en su vida cotidiana y con ella consume y genera información, compara precios, realiza todo tipo de operaciones financieras, compra bienes y servicios, los paga e incluso pone a la venta los suyos. Moldea el cómo, cuándo y con quién quiere compartir su experiencia de compra. En resumen, el consumidor ha adquirido un protagonismo y un poder inmenso en la relación con las empresas.
En efecto, la era digital en la que vivimos va más allá de Internet y el comercio electrónico. La tecnología ha transformado los medios de pago, la gestión logística y de los stocks, la atención en la tienda o la gestión de los datos. Todo ese proceso se traduce en un comercio más competitivo y atractivo para los consumidores, que requiere al mismo tiempo fuertes transformaciones a las empresas.
Como advertía Merry del Val en la Asamblea, uno de los principales frenos a esta transformación «es que gran parte de la legislación comercial está pensada para un consumidor y unos hábitos de consumo que ya no existen o, al menos, ya no son mayoritarios. La regulación ha quedado anclada en unos axiomas proteccionistas de hace cuarenta años de difícil encaje en la era digital».
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