Millones de toneladas de productos de gran consumo (alimentos, droguería y bazar) viajan a diario por tierra, mar y aire para llegar a tiempo al lugar exacto: la cesta del consumidor. Todo este ingente trabajo, a veces invisible, conlleva un esfuerzo de coordinación muy importante. Y también un coste nada desdeñable: 9.463 millones de euros, según el Estudio de Caraterización del Sector del Transporte y la Logística en España que elabora la organización UNO.
La alimentación es la que tiene un mayor peso en esta cadena de suministro de gran consumo. Sus costes logísticos se aproximan a los 6.900 millones de euros. De ellos, un 20% corresponden a la fase de aprovisionamiento y un 80% de distribución (gestión de centros y manipulación), señala el informe. En cuanto a los medios de transporte, la carretera es el principal, tanto en la fase de aprovisionamiento (63% de los movimientos) como en la distribución (tres cuartas partes de la carga).
El sector de la logística y transporte representa el 5,5% del PIB. Una actividad a la que se dedican 24.000 empresas, que dan empleo a más 800.000 trabajadores.
La alimentación es la que más pesa y la mercancía que más cuidado debe recibir para que se conserve hasta su destino final.
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