La diferencia entre canales de venta hace tiempo que quedó atrás para los consumidores. Estos se mueven cada vez más rápido entre el mundo online y los espacios de venta, los fusionan y buscan las experiencias de compra, las marcas y el servicio que mejor les conviene en cada momento.
Casi nueve de cada diez consumidores espera poder hacer todo esto sin apenas notar la diferencia entre el canal de venta físico y el digital; la misma proporción quiere utilizar la tecnología en algún momento de este proceso de compra y, además, más de la mitad de estos consumidores accederá desde distintos dispositivos. «Los retailers no tienen otra opción que transformar su estrategia de negocio, plataformas tecnológicas y modelos operativos para facilitar una auténtica experiencia omnicanal», sentencian los especialistas de IBM en un estudio Omnichannel Capability Index.
La innovación de hoy son los básicos de mañana, por eso, el estudio insiste en que «la integración omnicanal es «crítica» sobre todo para el comercio físico que compite con los retailers puramente online». (más detalles en esta información de DA Retail)
Todo ello, añaden, va a implicar desafíos en las estrategias de precios, que van a tender a ser uniformes en todos los canales; una profundidad de catálogo también uniforme para distintos canales; y una logística eficiente, entendida ésta como un servicio completo de atención al cliente desde la preventa hasta las postventa, pasando por el transporte.
Como aseguró el presidente de ANGED, Alfonso Merry del Val, en la última Asamblea Anual, esta «rapidez con la que los consumidores integran innovaciones en su vida cotidiana nos obliga a cambiar nuestro modelo de negocio y a repensar nuestro sector. Las empresas están destinando cada vez más recursos financieros y humanos para mejorar la gestión de la información, optimizar los procesos logísticos, mejorar la experiencia de compra y satisfacer las necesidades de interacción de los clientes. Todo ello, sin olvidarnos de que la esencia de nuestro negocio pasa por el control absoluto de los costes de explotación y los márgenes. En resumen, estamos en una época que exige más que nunca ser competitivos».