Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos y Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos, presentaron el estudio ‘La libertad de empresa en España. Índice de Libertad Económica 2021’, que demuestra que “un entorno de libertad económica es un elemento clave para el desarrollo y el progreso, favorece economías más abiertas e impulsa la iniciativa privada”.
Para medir la libertad económica, la Fundación Heritage, en colaboración con The Wall Street Journal, publica anualmente el Índice de Libertad Económica (ILE), que posteriormente adapta el Instituto de Estudios Económicos en España. Este índice refleja como la libertad económica conduce a un mayor crecimiento de la economía: “Los países en los que la libertad económica ha aumentado han crecido, en media anual, un 2,6%, mientras que, aquellos donde se ha reducido la libertad económica, presentan un crecimiento medio del 1,7%”.
Además, también refleja que hay una estrecha relación entre libertad económica y PIB per cápita: “en las economías donde la libertad económica es muy alta, el PIB per cápita es 10 veces mayor que en aquellas otras donde la libertad económica es baja o muy baja”.
“En esta última crisis, los países con más libertad económica son los que han tenido un mejor desempeño económico, registrando menos caídas del PIB y facilitando las transformaciones estructurales que anticipan y aseguran la salida de la crisis”
En el Índice de Libertad Económica (ILE), España se sitúa entre los países con libertad económica moderada, en la posición 39 del ranking. Nuestro país ocupa la posición 26 de entre los 37 países que componen la OCDE, y en la posición 18 dentro de la UE. Nuestro nivel de libertad económica es inferior en un 4,4% al promedio de la OCDE y menor en un 2,3% a la media de la UE. En lo referente a la libertad de empresa, España se sitúa en la posición 78 del ranking mundial, una posición muy desfavorable dentro de los países desarrollados, ocupando la posición 32 dentro de la OCDE (de 37 países) y la 21 dentro de la UE, un 14% por debajo de la media de la OCDE y un 9,5% inferior a la media de la UE.
“Estos malos resultados son preocupantes, ya que dicha libertad de empresa, junto con la iniciativa privada, son elementos claves para la generación de riqueza y empleo en las sociedades. Resulta especialmente decepcionante el abrupto descenso que se ha producido en la libertad de empresa en nuestro país, con un retroceso de hasta quince puntos en la última década, situándonos como la sexta economía desarrollada con más trabas”, señala el IEE.
“Una de las grandes reformas estructurales pendientes de la economía española es la de promover la libertad económica y la libertad de empresa, como ya están haciendo los países más prósperos del mundo, apostando por prácticas regulatorias más favorables a la empresa y a la iniciativa privada”
Por todo ello, señala el IEE, “en el momento actual es de vital importancia apostar por entornos reguladores que favorezcan esta mayor libertad económica y empresarial, en la que España se encuentra en posiciones rezagadas al compararla frente a otras economías avanzadas, especialmente en cuanto a libertad de empresa se refiere. La libertad de empresa, la propiedad privada y la libre competencia, junto con regulaciones claras y previsibles, son fundamentales para potenciar la inversión y generar confianza en los agentes económicos”.