La Evaluación Final Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas arroja datos muy positivos sobre el trabajo coordinado por los sectores de la cadena agroalimentaria pare reducir la cantidad de azúcar, grasas y sal en 3.500 productos de 13 grupos de alimentos. Entre otros, los derivados cárnicos, lácteos, panes y bollería, aperitivos, cremas, helados, galletas o platos preparados. Según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), «en el 83% de los compromisos del plan en los que se estableció un objetivo evaluable se ha alcanzado el objetivo, es decir en 110 de las 132 medidas. Sobre otras 60 medidas adicionales en las que no se estableció un objetivo, más del 75% de las empresas declaran haber cumplido 31 de ellas».
En el caso concreto de la industria alimentaria y la distribución, se han cumplido el 99% de los compromisos adquiridos en 2017, según datos de la AESAN. Las mayores reformulaciones se han observado:
- En azúcares: Entre el 25% y 60% de reducción (derivados cárnicos, bollería y pastelería, bebidas refrescantes).
- En sal: Entre el 21,8% y 33,3% de reducción (aperitivos salados, derivados cárnicos, platos preparados).
- En grasa saturada: Entre el 45,5% y el 76,9% (aperitivos salados, galletas, bollería y pastelería).
Además de objetivos cuantitativos, los sectores establecieron otra serie de medidas cualitativas, orientadas fundamentalmente a promover los hábitos saludables y el conocimiento nutricional sobre los alimentos. En este ámbito, la AESAN ha evaluado el porcentaje de empresas que manifiestan haber implementado el criterio: de los 50 compromisos cualitativos establecidos de forma efectiva, más de la mitad se han implementado en el 75% de las empresas o más.
Más allá de los datos, esta iniciativa demuestra la capacidad del sector para trabajar de forma coordinada y dar respuesta a una demanda social y de enorme relevancia, como es la mejora de la nutrición. Por otro lado, son importantes también estos resultados ya que buena parte de estos cambios se han impulsado a pesar de las dificultades impuestas por la pandemia. En definitiva, se ha abierto una vía de mejora y colaboración muy positiva en favor de una mejor nutrición.