La recaudación de impuestos se acerca a niveles históricos. Según el último informe sobre Recaudación Tributaria y Tributación empresarial de la CEOE, en 2016 los ingresos públicos alcanzaron los 186.249 millones de euros, su segundo nivel más alto en la serie histórica. Para el cierre de este ejercicio las Administraciones prevén recaudar 198.000 millones de euros, que estaría próxima a los niveles de 2007.
En opinión de CEOE, en los últimos años hemos visto continuas «medidas fiscales de urgencia y modificaciones de normativa, muchas veces con carácter retroactivo», con el objetivo de poder cumplir las previsiones presupuestadas. De hecho, sólo el Impuesto de Sociedades se ha modificado más de 60 veces desde 2008 (35 de ellas entre 2012 y 2016).
«La continua adopción de medidas de urgencia en materia tributaria es incompatible con la mínima seguridad jurídica exigible por cualquier inversor nacional o extranjero», advierte la CEOE. Por otro lado, recuerda que «la técnica legislativa utilizada es deficiente, ya que la inmensa mayoría de estas modificaciones se realizan mediante el mecanismo del Real Decreto Ley».
A la inseguridad jurídica propia de un permanente cambio fiscal, se unen otros elementos que deterioran la competitividad fiscal de España. Según el informe Paying Tax de PWC y el Banco Mundial, España es el séptimo país de la UE donde las empresas soportan mayor carga tributaria, situándose 8,7 puntos por encima de la media. Este dato recoge tanto el Impuesto de Sociedades,como las cotizaciones sociales, impuestos especiales y resto de tributos propios de comunidades autónomas y entes locales.