
El catálogo de buenas prácticas, elaborado con el apoyo de PwC, recoge recomendaciones y casos de éxito para avanzar hacia la economía circular en el sector textil y moda.
El Observatorio Textil y Moda ha publicado el ‘Catálogo de Buenas Prácticas 2025’, que fija como prioridades para el sector la descarbonización, la eficiencia en el uso de recursos, la gestión de residuos y la sostenibilidad en las cadenas de valor. El documento reúne recomendaciones, normativa de referencia y ejemplos empresariales que sirven de guía para cumplir con las exigencias europeas y avanzar hacia la economía circular.
El Catálogo se enmarca en la estrategia de transformación sostenible del sector en coherencia con la Estrategia Textil 2030 de la Unión Europea. Elaborado con el apoyo de PwC, firma internacional de consultoría y auditoría, continúa la línea de los informes de circularidad de 2023 y 2024 y pretende acompañar a las empresas en un contexto regulatorio cada vez más exigente en materia de sostenibilidad, transparencia y trazabilidad.

Cuatro ejes de actuación en sostenibilidad
El Catálogo de Buenas Prácticas 2025 estructura la transformación del sector en cuatro ejes estratégicos que marcan las prioridades inmediatas:
- Descarbonización: El sector debe alinearse con los compromisos europeos de reducción de emisiones: un 55 % menos en 2030 respecto a 1990 y neutralidad climática en 2050. Para lograrlo, el Catálogo recomienda calcular y publicar la huella de carbono, elaborar planes de reducción y anticiparse al impacto del precio del carbono. Las grandes compañías estarán obligadas a reportar periódicamente sus emisiones y presentar planes de reducción compatibles con el Acuerdo de París.
- Eficiencia en el uso de recursos: El segundo eje pasa por optimizar el consumo de agua, energía, materias primas y productos químicos. El documento subraya la importancia de procesos de tintura y acabado de bajo impacto, la sustitución de químicos por alternativas menos nocivas y el ecodiseño como herramienta para alargar la vida útil de las prendas. La digitalización se considera clave para medir consumos y detectar mejoras de eficiencia.
- Gestión de residuos, reutilización y reciclaje: Desde enero de 2025 es obligatoria en la Unión Europea la recogida separada de residuos textiles, lo que obliga a las empresas a organizar sistemas de clasificación y colaboración con operadores autorizados. El Catálogo pone en valor la Norma UNE 40700:2023, que establece criterios técnicos para la gestión de residuos posconsumo, y anima a impulsar canales de segunda mano, reparación y reciclaje textil. En este campo se destaca también el papel de entidades sociales como Humana Fundación Pueblo para Pueblo, que convierten la reutilización en un motor económico y social.
- Sostenibilidad en las cadenas de valor: El último eje se centra en garantizar la trazabilidad y la diligencia debida en toda la cadena de suministro. El documento recuerda que normativas como la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive, Directiva de Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad) y la CSDDD (Corporate Sustainability Due Diligence Directive, Directiva de Diligencia Debida de las Empresas en materia de Sostenibilidad) obligan a las compañías a verificar y reportar el cumplimiento ambiental y social de sus proveedores. Esto implica reforzar los códigos de conducta, ampliar las auditorías y apostar por herramientas digitales de trazabilidad, como el futuro pasaporte digital de producto, que acompañará a cada prenda con información verificable sobre su origen y sostenibilidad.
Una industria más innovadora y competitiva
El documento subraya que este proceso conlleva costes iniciales elevados y necesidad de
nuevas competencias profesionales, pero al mismo tiempo abre oportunidades. Además,
explica que España puede convertirse en un hub europeo de circularidad textil, liderando la
reutilización, el reciclaje posconsumo y el desarrollo de tecnologías limpias.
El presidente del Observatorio, Juan Parés Boj, resume el desafío en la introducción del
documento: el objetivo es mantener la competitividad internacional a través de una industria
más creativa, sostenible y alineada con las demandas de un consumidor cada vez más
exigente. Concluye que la sostenibilidad ya no es una opción, sino una condición
imprescindible para competir en el mercado único europeo.
LA DISTRIBUCIÓN y el OTYM
LA DISTRIBUCIÓN firmó el pasado diciembre un convenio de colaboración con el OTYM
para trabajar de la mano en las grandes transformaciones que está viviendo la cadena de
valor del textil y la moda. Con este convenio, ANGED y el OTYM buscan también impulsar
la colaboración público-privada y desarrollar actividades institucionales de interés común
para el sector. Además, como entidad colaboradora, LA DISTRIBUCIÓN participa en los
grupos de trabajo del Comité de Transformación del OTYM.
