La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado un Estudio sobre el mercado de la distribución minorista de medicamentos en España en el que, tras analizar y compara la situación de este mercado frente al resto países de la Unión Europea, realiza una serie de recomendaciones para favorecer la competencia y el servicio a los consumidores.
Entre otras muchas cosas, la CNMC propone eliminar la normativa que exige que los propietarios de farmacia sean exclusivamente titulados en farmacia; así como permitir la venta de medicamentos no sujetos a prescripción médica en establecimientos físicos distintos de las oficinas de farmacia, siempre que éstos cumplan con una serie de requisitos sanitarios mínimos de conservación e higiene, pudiendo valorarse la conveniencia de la intervención de un técnico competente.
La comercialización de medicamentos sin receta en establecimientos distintos de las farmacias como supermercados o drugstores no es nueva en el entoo más próximo. Muchos países de la Unión Alemania, Reino Unido y Holanda lo permite. Además, la venta de medicamentos sin receta a través de páginas web se encuentra legalizada en 18 países europeos. Un paso más allá, en 8 de estos 18 países (Alemania, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza) también se permite la venta, a través de sitios web, de medicamentos sujetos a prescripción médica, según consta en el informe de la CNMC.
El organismo entiende que la venta de medicamentos sin receta a través de otros canales de distribución como supermercados y drugstores beneficiaría principalmente a los consumidores, al reducirse el precio de los medicamentos, como consecuencia de una mayor competencia. Por ejemplo, las cadenas de farmacias integradas dentro de supermercados en el Reino Unido ofrecen descuentos de hasta el 30%.
Sobre las garantías de seguridad y salud pública, la imposición de una serie de requisitos sanitarios mínimos de conservación e higiene, y, eventualmente, la presencia de técnicos especializados permitiría garantizar unas condiciones óptimas de información, calidad y seguridad a la hora de adquirir medicamentos no sujetos a prescripción médica en tiendas físicas distintas a una farmacia.
Como conclusión, el informe de la CNMC profundiza en las evidencias de por qué la reserva de la actividad de dispensación de medicamentos a las oficinas de farmacia supone una restricción de la competencia desproporcionada e innecesaria para asegurar la protección de la salud pública. En ese sentido, la liberalización conllevaría mejoras en la prestación del servicio, tales como mayor proximidad de los puntos de comercialización y horarios de venta más amplios.