
La inteligencia artificial ya no es una promesa de futuro, sino una herramienta que empieza a transformar de forma tangible la manera en la que empresas y administraciones trabajan, toman decisiones y se relacionan con clientes y ciudadanos. Ese fue el eje central de la jornada organizada por DigitalES y CEOE, que reunió a representantes institucionales y expertos de sectores estratégicos para analizar cómo implantar la IA de forma segura, eficiente y alineada con los objetivos de negocio.
La apertura corrió a cargo de Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE, quien situó el debate en un contexto de cambio acelerado e incertidumbre global. En su intervención subrayó que la inteligencia artificial va mucho más allá de la mejora de procesos y supone una transformación profunda del modelo productivo.
«La inteligencia artificial no es solo una herramienta para mejorar procesos. Es una revolución estructural que va a cambiar la manera de producir, de atraer y formar talento y de liderar las organizaciones»

Báñez insistió en que esta transformación debe llegar a todo el tejido empresarial, especialmente a pymes y microempresas, y que solo será posible si se apoya en las personas, la formación continua y la confianza digital.
Gobernanza, riesgos y ciberseguridad
La primera mesa abordó los retos asociados a la implantación segura de la inteligencia artificial. Elvira García (American Tower) puso el foco en la necesidad de contar con marcos de gobernanza sólidos, que integren desde el inicio los ámbitos legal, operativo y de seguridad, y que acompañen a los sistemas durante todo su ciclo de vida.
En este contexto, la ciberseguridad apareció como un eje transversal. Iago Soto (Quobis) alertó del aumento de los casos de suplantación de identidad impulsados por el uso de inteligencia artificial, un fenómeno que ya está teniendo impacto real en empresas y ciudadanos.
«Hoy, con una grabación de apenas tres segundos, se puede generar una voz capaz de engañar incluso a personas cercanas»

Desde INCIBE, Héctor René recordó el tema en la segunda mesa redonda. Explicó que la seguridad no puede abordarse como un añadido posterior, sino como un principio básico desde el diseño de los sistemas.
Modelos eficientes y aplicación práctica
Más allá del debate sobre los grandes modelos de lenguaje, la jornada puso el foco en la eficiencia y la aplicación real de la IA en las organizaciones. Varios ponentes destacaron el papel de los Small Language Models (SLM) como una alternativa más controlable, eficiente y adecuada para muchos casos de uso empresariales.
Victoria Gómez (IBM) advirtió de uno de los errores más habituales en los procesos de adopción tecnológica: poner la atención únicamente en la herramienta y no en el propósito.
Desde el punto de vista legal, Mafalda Vizcaíno (Deloitte Legal) subrayó que estos modelos permiten un mayor control de los datos y facilitan el cumplimiento normativo, especialmente en materia de trazabilidad y protección de la información.
Sectores estratégicos: banca, retail y sanidad
La aplicación práctica de la inteligencia artificial ya está teniendo un impacto directo en sectores clave de la economía. En el retail, nuestra economista jefe, Yolanda Fernández, destacó cómo estas tecnologías se están convirtiendo en una palanca real de eficiencia operativa y competitividad, especialmente en ámbitos como la logística, la personalización y la relación con el cliente.

«La inteligencia aplicada a la logística no solo permite optimizar rutas, sino incorporar procesos para ser lo menos contaminantes posible, en línea con la regulación de emisiones de CO₂ y con toda la cadena de valor del retail»
Fernández explicó que el uso de inteligencia artificial en el sector permite avanzar en pricing en tiempo real y en modelos de hiperpersonalización, ajustando la oferta a las necesidades del consumidor sin perder control operativo ni eficiencia.
«Estamos viendo una hiperpersonalización no solo de promociones, sino también de productos, con proyectos que permiten adaptar un artículo a las necesidades concretas del cliente sin generar problemas de stock»
A continuación, Pilar Clavería (AEB) expuso cómo el sector financiero ya está utilizando la inteligencia artificial para mejorar la eficiencia operativa, automatizar procesos administrativos y reforzar la prevención del fraude, siempre con cautela y bajo un fuerte control de riesgos.
En el ámbito sanitario, Enrique Maldonado (Hospital Gregorio Marañón) compartió casos de uso centrados en la eficiencia operativa y la anticipación de problemas, subrayando que la tecnología es un medio para liberar recursos y mejorar la atención al paciente.

Visión pública y cierre institucional
La perspectiva desde la Administración llegó de la mano de Miguel López-Valverde, consejero de Digitalización de la Comunidad de Madrid, quien defendió una visión pragmática del uso de la tecnología para simplificar trámites y mejorar la experiencia del ciudadano.
La clausura corrió a cargo de Aleida Alcaide, directora general de Inteligencia Artificial del Gobierno de España, quien insistió en que la principal barrera para la adopción de la IA sigue siendo la confianza.
En conjunto, la jornada dejó un mensaje claro: la inteligencia artificial ya está aquí, pero su verdadero valor no reside en adoptarla rápido, sino en implantarla bien. Con seguridad, con criterio y con impacto real en la competitividad y la eficiencia de empresas y administraciones.





