Este sábado se celebran dos acontecimientos muy relacionados entre sí: la festividad de San Jorge y el día mundial del libro. En Cataluña, donde la festividad de Sant Jordi goza de una gran popularidad,los libros tienen un papel protagonista: según la tradición, los hombres regalan una rosa a las mujeres y, a cambio, ellas regalan un libro, recordando el fallecimiento de los dos grandes autores de la literatura europea: William Shakespeare y Miguel de Cervantes.
Para el sector editorial esta fecha es clave, tal y como señalan expertos como Alberto Perez Novell: “en la semana del 20 al 27 de abril se multiplican por diez las ventas de libros, especialmente en Cataluña. Es un fenómeno paranormal, el milagro de Sant Jordi anual”. Esto siempre supone buenas noticias al tratarse de un sector que, como otros de producción cultural, se ha visto afectado por la crisis y está inmerso en un proceso de transformación digital.
Con todo y pese al impacto sufrido en estos años, los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte muestran que el total de la producción editorial aumentó un 1,9% con respecto al año anterior. Para varios de nuestros asociados, los libros también son una categoría de producto muy relevante: el total de los ejemplares generó unos ingresos de 185,65 millones de euros en 2014 para el gran formato comercial.
Pero más allá de su repercusión económica, nuestras empresas tienen un papel fundamental para la difusión, promoción y comercialización de la industria cultural. En este sentido, los asociados colaboran con diversas fundaciones para la donación de libros. Por ejemplo, la Fundación Solidaridad Carrefour realiza cada año junto con Cruz Roja Española la “Vuelta Al Cole Solidaria” en la que reparten miles de libros y material escolar a niños en situación de vulnerabilidad.
El impacto del contenido de un libro no se puede medir. En algunos casos, puede llegar incluso a cambiar la vida de su lector. Por eso, al regalar un libro, la persona recibe un tesoro de gran valor.