Los alimentos frescos siguen siendo el núcleo indispensable de la cesta de la compra. Entre el 30% y el 60% de gasto medio en alimentación, bebidas y cuidado personal se destina a estos productos, según el último Global Survey of Fresh Foods de Nielsen. De media, cada consumidor visita 2,5 veces a la semana la tienda para comprar fruta, verdura, carne o pescado. Y aunque las diferencias culturales y las motivaciones de compra varían sustancialmente entre unos países y otro, en líneas generales el shopper quiere comprar «fresco, rápido y económico», según el estudio.
En Europa, el 46% del gasto en la cesta de la compra se destina a alimentos frescos. Italia y España están a la cabeza, con el 50%; mientras que en países nórdicos como Noruega el peso de los alimentos frescos en la cesta baja hasta el 33%. Según Nielsen, los europeos eligen primero «a través de sus ojos, por eso la presentación es de mayor importancia». Después «llega el último juicio: el precio. Aquellos (empresas) que encuentran la armonía en este laberinto son recompensados con compras y lealtad».
En términos generales, el 42% de los europeos adquiere los alimentos frescos en el supermercado. Esta es una de las principales diferencias con España, donde el canal tradicional sigue siendo el preferido. Según el informe sobre La cadena agroalimentaria en España dirigido por el profesor del IESE Juan José Toribio, el 54% de los productos frescos se comercializa a través del canal minorista, mientras que las cinco mayores cadenas de distribución alimentaria no representan más del 27% de venta de frescos.
Muy buen dato, ademas si tenemos en cuenta que entre los productos frescos estan la mayoria de los alimentos integrantes dentro de la piramide alimenticia