La presión regulatoria, las nuevas demandas de los consumidores, la necesidad de buscar ahorro o de mejorar la eficiencia exigen cada vez más a las empresas de distribución reducir su impacto ambiental. Pero ¿dónde comienza y termina el radio de acción del sector retail?
La Fundación IE y Ernst & Young han publicado un estudio sobre El sector retail como motor de cambio que analiza la sostenibilidad de todas las fases de la cadena de valor del producto: desde el diseño y manufactura, pasando por el embalaje, el transporte y finalmente el consumo. Sus investigadores concluyen que “el retail puede ser considerado un sector bisagra en la reducción de los impactos ambientales de los procesos de producción y consumo, al situarse precisamente en el punto intermedio. El papel fundamental del retail debe ser sin duda el de influir en otros actores (suministradores y consumidores), más allá de reducir sus propios impactos en sus dependencias comerciales”.
La clave, por tanto, pasa por cómo el sector retail puede aprovechar su posición estratégica para influir de manera real en la forma de producir y en los hábitos de consumo. Para ilustrar este desafío y sus oportunidades, el estudio profundiza en una quincena de buenas prácticas puestas ya en marcha por algunas compañías.
Entre otras, los programas de eco-diseño selectivo de Carrefour, C&A e IKEA, que incluyen listas negras de sustancias químicas peligrosas que no admiten en la composición de los productos que venden. El método e-Wheel de IKEA también es abordado por el estudio. Este programa, concretado en ocho reglas básicas para los diseñadores de la firma sueca, establece puntos de control sobre las materias primas, la fabricación, la logística, el uso y vida útil de los productos. Un proyecto similar utiliza Eroski para mejorar el diseño de los envases de los alimentos. En cooperación con AZTI-Tecnalia Technological ha logrado reducir el impacto del embalaje de un centenar de productos de su marca propia, con el consecuente ahorro de costes.
Otras acciones más centradas en el consumidor son, por ejemplo, las Eco-opciones de Leroy Merlin, que ofrecen 5.000 referencias con un impacto ambiental reducido en cuanto a ahorro de agua, salud en el hogar, energía eficiente y materiales sostenibles. Hacia la sensibilización del consumidor también se ha dirigido C&A, que incluye en sus prendas etiquetados especiales con instrucciones de lavado y consejos medioambientales. Por ejemplo, reducir la temperatura de la lavadora y evitar la secadora ahorran más de un 40% de energía. Media Markt es otra compañía que ha trabajado campañas de información sobre el doble beneficio de los dispositivos electrónicos eficientes.
Los investigadores reconocen que “aunque a corto plazo no siempre produzca réditos económicos significativos” este tipo de acciones, “a medio y largo plazo inducir esas mejoras es una indudable fuente de creación de valor y sostenibilidad económica para el retailer,en tanto que le permitirá diferenciarse de sus competidores y afrontar los crecientes requerimientos de información y compromiso medioambiental por parte de reguladores, consumidores e inversores”.