El próximo sábado 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Su origen se remonta a la Primera Conferencia Internacional sobre la materia, celebrada en Austria en 1998. En los últimos años, ha cobrado una especial relevancia por sus efectos demostrados para reducir el impacto de la actividad humana sobre el clima. Precisamente en Viena, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático determinó en 2007 que la eficiencia energética logra “reducciones reales en las emisiones de carbono”. Pero para ello, hacen falta objetivos y medidas específicas.
Los objetivos los marcó la Comisión Europea cuando determinó que hay que alcanzar un ahorro del 20% para 2020. Como comentamos en un post anterior, algunos de nuestros asociados ya alcanzaron ese objetivo en algunos de sus establecimientos gracias a una serie de medidas adoptadas. Entre las más destacadas, como señalamos en nuestro informe anual, se encuentra la sustitución de la iluminación tradicional (lámparas incandescentes y fluorescentes) por iluminación LED. Esta tecnología permite un ahorro del consumo energético de hasta un 85%. Otra extendida es la instalación de placas solares y fotovoltaicas para la generación directa de energía procedente de fuentes renovables.
Los controles centralizados de la climatización, los aislamientos términos y las mejores en los murales y expositores refrigerados también están jugando un papel fundamental en la reducción del consumo de energía en las tiendas. De hecho, los nuevos conceptos de tiendas parten de estándares sostenibles y de eficiencia.
Afortunadamente, el Retail y cada vez más empresas tienen estas medidas implantadas y sin embargo no deberíamos quedarnos ahí.Ahora se vislumbran nuevas tendencias y tecnologías que pueden reducir aún más el consumo energético y mejorar la eficiencia.
Por ejemplo, los LED pueden ir más allá de la iluminación y servir como base para la tecnología LiFi. Se trata de una tecnología de comunicación e intercambio de datos que usa ondas de luz. Las luminarias LED compatibles con LiFi podrán transmitir datos a una velocidad hasta 100 veces superior a la de las ondas WiFi. Esto permitiría un ahorro considerable en la instalación y gasto energético que generan los cableados y sistemas de redes.
En este sentido, también interviene el Internet de las cosas. Un conjunto de sensores interconectados permite convertir locales y edificios en espacios inteligentes. Pueden determinar automáticamente y por zonas variables como la temperatura, humedad, luz ambiental presente e incluso el aforo y adaptar el consumo en función de todos esos parámetros.
El Día Mundial de la Eficiencia Energética ayuda a recordar que todos los actores que intervenimos en la sociedad tenemos una responsabilidad con el planeta que nunca debemos dejar de lado y para ello, podemos y debemos hacer uso de las nuevas tecnologías.