Los dos últimos años han sido determinantes para el comercio. La pandemia ha impulsado la digitalización del sector, proporcionando una experiencia más inmersiva, y dando lugar a nuevos modelos de negocio como respuesta a las nuevas necesidades y comportamientos de los consumidores. Según el estudio “Reiniciando el retail: 2 años después”, elaborado por Sensormatic, nos encontramos ante un consumidor mucho más preocupado por cuestiones como la sostenibilidad, el planeta o la sociedad. Además, las tiendas sin cajero, el comercio rápido o los Pure Player trasladándose a tiendas físicas son algunas de las tendencias que han llegado a España para transformar el comercio minorista.
Según el análisis de Sensormatic, aún es pronto para predecir qué hábitos han cambiado definitivamente y cuáles volverán, aun así, los retailers deberán adaptarse a las principales tendencias emergentes: la digitalización, el cambio en la fidelidad de la marca y la sostenibilidad.
Además de la pandemia, los problemas de la cadena de suministro, la inflación o el conflicto de Ucrania, han afectado al sector retail y a la confianza de los compradores. Aunque el 57,1 % de los consumidores españoles sigue diciendo que gasta lo mismo que de costumbre, el 26,6 % afirma que está recortando sus gastos, debido a la incertidumbre económica general (40%), la preocupación por la inflación (40%), el objetivo de ahorrar (39%) o una menor disponibilidad de renta (38%). Además, más del 68% de los compradores consideran que el precio es el factor más determinante en sus decisiones de compra.
Respecto a la digitalización, el 52,2% considera que, tras la pandemia, compra más por Internet. La Generación Z y la Generación X han sido las que más servicios online han utilizado.
El estudio “Reiniciando el retail: 2 años después” analiza a los compradores españoles tras la pandemia, estableciendo que el 40,2% de los compradores afirma haberse concienciado sobre la sostenibilidad desde que comenzara. El 50,7% aseguró que sería más probable que comprara a un retailer que ofreciera embalajes más sostenibles, en el que se utilizara menos material y que este pudiera reciclarse. Otro 45,5% dijo que “vería con buenos ojos más iniciativas de producción y abastecimiento local que contribuyeran, por ejemplo, a reducir la distancia recorrida por los alimentos / o el impacto del transporte de los productos a las tiendas”.
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