Andrés Betancor, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Pompeu Fabra y Premio a la Investigación ANGED, acaba de lanzar su último libro ¿España de los territorios o de los ciudadanos? La captura territorial de la libertad de comercio (Iustel, Monografías). Este trabajo se adentra en un tema tan actual como la disputa entre dos modelos de Estado, el porqué y sus manifestaciones.
En opinión de Betancor, «la España de los territorios está devorando poco a poco a los ciudadanos» debido a «la multiplicación de Administraciones y su furor intervencionista», que conlleva «más Administración, más burocracia, más intervención, más gasto público, más gasto inútil e, incluso, la corrupción».
El «Estado de los territorios» amenaza principalmente las libertades individuales, según Betancor, que ilustra con el caso del comercio esta captura de las libertades por parte de los territorios. «El comercio es un ámbito preferido de la intervención porque se escenifica con claridad el conflicto entre grandes y pequeños. El espíritu de Robin Hood de los políticos se puede desplegar sin producir ningún daño a los electores potenciales e, incluso, obtener un rédito electoral porque pagan las grandes empresas. En realidad, esta protección, este intervencionismo tiene un precio que pagamos los consumidores y los ciudadanos. Aquellos a través del incremento de los precios y las ineficiencias y estos a través de la restricción de las libertades y de sus frutos«, explica Betancor.
Betancor profundiza en su obra en las relaciones entre la libertad de empresa y comercio y su plasmación en la legislación comercial, abordando entre otros asuntos la incorporación de la Directiva de Servicios, los regímenes autonómicos de instalación o la propia doctrina del Tribunal Constitucional sobre esta materia.
El catedrático de Derecho Administrativo concluye que «la España de los ciudadanos necesita, en primer lugar y únicamente, a los ciudadanos. A los actores que valoren sus libertades y sus frutos. Que sean conscientes de que la intervención tiene un precio en términos de coste y de libertades. Que defiendan que quieren decidir por si solos, sin el paternalismo de los políticos. El ciudadano es la pieza esencial del Estado democrático de Derecho».
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