El debate sobre el exceso regulatorio y la fragmentación de mercado es recurrente, por el impacto que tiene sobre la seguridad jurídica de muchas actividades empresariales y en consecuencia, sobre el crecimiento de la economía. En un estudio reciente sobre Los efectos económicos sectoriales de la complejidad normativa: datos de España, los investigadores Juan S. Mora-Sanguinetti (Banco de España); Javier Quintana (Banco de España); Isabel Soler (European University Institute), y Rok Spruk (Universidad de Ljubljan) analizan por primera vez el impacto de 206.777 normas españolas, tanto por sector de actividad como por comunidades autónomas, desarrolladas en el periodo 1995-2020. En su opinión, “la evidencia sugiere que una mayor complejidad regulatoria tiene un efecto negativo sobre la tasa de empleo y un impacto negativo sobre el valor añadido“.
Según este estudio publicado por el Banco de España, “cada aumento del índice de la complejidad de regulación adicional se asocia con una caída del 0,7% en la cuota de empleo a escala sectorial, ceteris paribus”. Los investigadores han encontrado otros “efectos distorsionadores a escala sectorial: la intensidad de la mano de obra es notablemente menor y las tasas de inversión disminuyen como respuesta al aumento de regulación. Estos efectos distorsionadores se materializan a través de las diferencias de composición, principalmente mediante la reducción de los salarios y de la tasa de inversión”.
La complejidad del marco normativo afecta especialmente a las pequeñas empresas y aquellas de nueva creación, suponiendo una barrera a su crecimiento. “Un 10% de nueva regulación se relaciona con una caída relativa del 0,5% en el número de empleados para las empresas de menos de 10 trabajadores“, es decir, en las pymes, señala el estudio. Por sectores, el más perjudicado sería el manufacturero, con un impacto hasta un 50% mayor que en el caso de los servicios.
En otros términos, la calidad regulatoria y la seguridad jurídica puede ser un pilar para impulsar la competitividad y el mejor funcionamiento de los mercados. Por ello, los autores del estudio recuerdan que esta investigación aporta “información útil para el debate sobre la importancia (y consecuencias) de una “better regulation” y establece una estrategia para el análsis de las consecuencias ex post de la regulación“.