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La reciente subida del IVA ha despertado una marea de previsiones sobre el impacto que esta medida tendrá sobre la economía y, en especial, sobre el presupuesto de los hogares. Los primeros datos, no obstante, muestran como parte del golpe fiscal está siendo atenuado por las empresas.
Los responsables del Boletín de inflación y análisis macroeconómico de la Universidad Carlos III, Antoni Espasa y Santiago Sánchez Guiu, aseguran que el incremento del IVA no se ha trasladado por completo a la inflación, gracias a la reducción de márgenes de la empresas e, incluso, cambios en las estrategias de productos. Según sus cálculos, «la repercusión real que el aumento del IVA ha tenido en los datos del IPC de septiembre ha sido de 0,88 puntos porcentuales, es decir, el 39% del impacto teórico». Para octubre prevén una «repercusión total que se situará sobre el 41%. Es decir, los productores y distribuidores absorberán hasta un 59% del incremento total del IVA y el incremento de la inflación como consecuencia de la subida del IVA se estima solamente en 0,93 puntos porcentuales».
La parálisis del consumo y el gran impacto del desempleo en el presupuesto de millones de hogares ha intensificado el esfuerzo del comercio para ajustar su márgenes y precios a esta nueva realidad. De hecho, desde que comenzó la crisis (a excepción de 2009), el IPC comercial se ha mantenido por debajo del índice de inflación general. En 2010, está diferencia fue de 1,4 puntos; y en 2011, de 1,1 puntos.
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